Con tanta reflexión profunda, gancho al comienzo, escritura persuasiva, cierre con llamada a la acción, ¿ya no funciona contar las cosas directamente?
Parece que no, porque lo que sobran ahora son creadores de contenidos, pero no vayas a decir que vendes algo porque entonces es autobombo o «no entiendes el funcionamiento de esta red«.
Pero si es autobombo todo el tiempo, si no, ¿para qué tienes temas relacionados con lo que vendes, pones tu cara para, de una forma u otra, vender?
Está de moda marear la perdiz con soltura y elegancia, manteniendo la tensión de «¿qué querrá decir?«, que el algoritmo detecte que mucha gente se está deteniendo más de x segundos en una publicación, que te muestre más, ganes seguidores…
Hasta aquí, mucho lirili y poco lerele.
Puedes no haber vendido una escoba por mucho alcance que tengas. Y hay tantas personas que no saben qué hacer cuando llegan a este punto.
«Deja que te descubran«, «aporta valor (regala conocimiento)»…
Si eso está muy bien, pero habrá que decir qué haces, tus servicios, ofertas, propuesta a la venta de vez en cuando. «Pero que no se note«.
Mucho corsé y mucho atajo que alarga el camino para llegar a donde realmente queremos llegar. VENDER.
En fin.
Que no me extraña que muchas empresas y profesionales piensen que lo del marketing es un rollazo, complicado, que hay que tener en cuenta demasiadas cosas, es muy lento y caro hasta ver resultados y que estas «agencias y especialistas en marketing de ahora» te van liando y al final pagas un montón y no ves nada.
Y no les culpo.
Por eso es tan importante elegir un profesional donde haya sintonía. Creo en las buenas energías. Eso se respira.
Que explique las cosas como son. Sin dobleces. Y que la empresa o profesional, con toda esa información elija libremente si quiere apostar por el marketing para hacer crecer su negocio.
Aquí tienes mis servicios.
A lo loco, con un montón de apartados para que navegues por ellos y veas por qué deberías contemplarme como opción para ser «tu compañera de marketing«.
Porque me defino así, te ayudo en esas tareas que no son tu fuerte pero que son necesarias para que tu negocio prospere.
Hablo mucho de estrategia, porque sin estrategia, se hacen cosas por hacer y eso no lleva a ningún sitio y cansa.
El marketing… vamos a tener que empezar a lavarle la imagen, porque es tan necesario para tu negocio como lo que pretendes vender.
Es una inversión, no un gasto.
La confianza se gana, poco a poco. Pero tienen que saber que existes.
Nadie está vendiendo humo, nos estamos dando a conocer cada uno con lo que sabe hacer, poniendo en práctica su método.
¡Hasta la próxima reflexión!